Lo primero que llama la atención al llegar al zoológico Assiniboine Park, en Winnipeg (Canadá), son los destellos en la defecación de sus osos polares. ¿A qué se debe tal oropel? La explicación es sencilla: sus cuidadores ponen brillantina en la dieta de estos animales, compuesta principalmente por carne de caballo triturada. Para cada ejemplar, un color diferente. De esta manera, pueden saber exactamente a quién corresponde cada excremento.
De sus cacas los investigadores extraen información abundante y, por extraño que parezca, es una práctica habitual en la investigación científica. Las muestras fecales permiten, por ejemplo, el seguimiento de sus ciclos reproductivos, pero también se puede saber si el animal está estresado o su estado de salud en general. Es un examen no invasivo, nada molesto y, por supuesto, totalmente seguro e inofensivo, según los responsables del centro.
El análisis de su orina sería mucho más complejo, puesto que desaparece inmediatamente en el terreno. Y sería casi imposible domesticarlos para que orinasen en un recipiente. Por otro lado, dado que en este mismo lugar conviven varios ejemplares, sería difícil saber a quién corresponde cada excremento si no se utilizase la técnica de la brillantina. De esta forma, cada uno deja su propia marca.
«Por ejemplo, si un oso macho y una hembra se alojan juntos, pero solo necesitamos muestras fecales de la hembra para controlar sus hormonas reproductivas, la brillantina identificará más fácilmente sus heces fecales, sin riesgo de recoger las del macho, lo que llevaría a unos resultados equívocos”, explica Erin Curry, una de las investigadoras. Debido a que solo una o dos hembras dan a luz cada año en cautiverio, gracias a las heces de osas, tanto embarazadas como no, los científicos puedan encontrar biomarcadores de gran ayuda para la inseminación artificial. En la actualidad, los osos polares están amenazados por la pérdida de hielo marino de la que dependen para cazar y alimentarse.
Un banco de 30.000 muestras fecales
Ubicado en el Centro Lindner para la Conservación e Investigación de Vida Silvestre en Peligro de Extinción en el Zoológico de Cincinnati (CREW), el Banco Frozen Fecal almacena ya unas 30.000 muestras de heces de osos polares recolectadas de 63 osos polares en 30 zoológicos diferentes de América del Norte. Según Curry, el banco ha recibido y analizado muestras de docenas de otras especies con dificultades para reproducirse en cautiverio: rinocerontes, guepardos, pandas rojos y nutrias.
En el zoológico Smithsonian (Washington) también se usa la brillantina en distintos animales, como pandas rojos, leopardos o cocodrilos cubanos. En estos últimos, en peligro de extinción, han resultado especialmente valiosas las cacas de un ejemplar adulto llamado Dorothy, de 60 años. Permitieron estudiar sus ciclos reproductivos y observar la puesta de huevos. Las muestras, además, informan de la edad aproximada de cada animal.
Fuente: CREW