Cada vez hay más evidencia de que la huella de nuestras actividades diarias tiene graves consecuencias para el planeta. Una de ellas es el lago más contaminado de la Tierra.
Texto de @MarGomez. Doctora en Físicas. Responsable del área de meteorología de @eltiempoes
El Lago Karachay, en Chelyabinsk, cerca de la actual frontera con Kazajstán, en Rusia, es el más contaminado del mundo, según se declaró en 1992. Este se encuentra situado cerca de la central nuclear de Mayak – construida entre 1945 y 1948-, una de las más importantes de la región.
Durante los años 50, el lago fue utilizado como depósito de residuos radiactivos y en 1957 se produjo el primer accidente nuclear y el más grave de la antigua Unión Soviética antes de la catástrofe de Chernóbil.
Como consecuencia, este lugar almacena una gran cantidad de radiactividad, de tal manera que en 1990 se determinó que bastaba con poner un pie en la orilla durante una hora para recibir una alta dosis de radiación y morir. La realidad es que los niveles de radiactividad en su orilla superan en 200.000 veces los valores normales.
Como es lógico, esto se tradujo en un aumento de casos de cáncer del 21% y malformaciones en recién nacidos del 25% en todas las regiones cercanas.