No sabemos si morirnos de envidia o burlarnos de los amigos suecos, que de tanto y tan bien que reciclan se han quedado sin basura y tienen que importarla de Noruega. Sí, sí, en serio. Concretamente 80.000 toneladas al año para poder cubrir las necesidades de los más de 250.000 hogares que se abastecen de energía eléctrica proveniente de la biomasa.
¿Y cómo han llegado a este punto? A base de eficiencia desmedida. Hasta tal punto que solo un 4% de la basura que se produce en este país báltico acaba en un vertedero. Mal no les ha salido la jugada, porque ahora sus vecinos escandinavos les pagan por quemar su basura. Esto del reciclaje es un negocio redondo.
*Publicada en la sección #Quonectados Nº 213 de @QuoRevista
Redacción QUO