Investigadores extremeños y portugueses ha analizado el efecto que sobre la radiación solar tiene el polvo procedente de zonas desérticas, debido a la cercanía de la Península Ibérica con el desierto del Sáhara. Concretamente, centraron su estudio en el efecto provocado durante 2012 en las zonas de Badajoz y Évora (Portugal).

Y lo que observaron es que las partículas de polvo procedentes del desierto y acumuladas en la atmósfera provocaban que la cantidad de radiación solar que llegaba al suelo fuera menor, causando que las temperaturas fueran más frescas de lo que realmente deberían.

A este tipo de partículas los científilos las denominan aerosoles atmosféricos antropogénicos, y no suelen ser fáciles de medir ya que no suelen permanecer mucho tiempo en suspensión. Con lo cual, el efecto que provocan también tiene una duración limitada.

Redacción QUO