La Sociedad Zoológica de Londres ha diseñado un plan de urgencia para tratar de evitar la desaparición del Gibón de Hainan (Nomascus hainanus), considerado el primate más amenazado del mundo. Estos simios habitan en los bosques de varias islas de China. A comienzos de la década de 1950 existían unos dos mil ejempalres pero, actualmente, no superan las dos docenas. Son tan pocos que los expertos consideran que un simple tifón podría acabar para siempre con la especie.

Las amenazas principales a las que se enfrentan estos gibones son de orígen humano: la tala incontrolada de árboles que está destruyendo su hábitar y la caza furtiva, ya que se venden como codiciados trofeos en el mercado negro. Por es emotivo, zoólogos británcios han viajado a Hainan para tratar de desarrollar una estrategia que revierta la dramática situación de esta especie.

El primer paso será dotar de un chip a todos los ejemplares que quedan para monitorizar sus movimientos y tenerlos siempre controlados. También se ha previsto crear reservas donde los animales puedan estar protegidos y facilitar las condiciones para su reproducción. De todas formas, los gibones se enfrentan a un futuro incierto ya que al quedar tan poco ejemplares la endogamia puede dar dar lugar a crias más débiles y poco sanas.

Redacción QUO