Una nueva investigación añade una nueva y sorprendente capacidad a los chimpancés: la cocina. Sabíamos de su gran inteligencia, que pueden reconocerse cuando se miran a un espejo, que forman redes sociales en su entorno, que saben nadar, preparar malvadiscos en la hoguera, mostrar su supremacía en un problema de lógica frente a los humanos o presumir de un gran sentido de la justicia. Pero, hasta ahora, desconocíamos que también tienen la capacidad cognitiva para cocinar.

Según el estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, los chimpancés podrían estar hartos de comer plátanos, pues tienen preferencia por alimentos cocinados e incluso la capacidad de comprender cómo se transformar los alimentos crudos en alimentos elaborados. Tampoco se resisten a la lógica de un tupper, pues entienden el sentido que tiene conservar los alimentos e incluso transportarlos con la finalidad de cocinarlos después.

La cocina juega un papel importantísimo en nuestra evolución, ya que nos permitió cocinar los alimentos con el fin de sacar todo su provecho, digerirlos mejor y añadir más energía a nuestra dieta. Está claro que el control del fuego fue uno de los factores que nos llevó a evolucionar ‘tras los fogones’, pero hay más procesos implicados hasta el momento en que llegamos a usarlos para cocinar. Según Alexandra Rosati, del Departamento de Psicología de la Universidad de Yale, «está claro que los chimpancés no pueden controlar el fuego, pero lo importante aquí es la comprensión de que si introduces un alimento crudo se crean alimentos cocinados, es decir, la capacidad de planificar». Hasta ahora se creía que era una capacidad que sólo teníamos los humanos,·por eso hemos querido estudiar esta cuestión en los chimpancés».

El gesto que dio lugar a la investigación se produjo en 2011 en el Santuario de Chimpancés Tchimpounga del Instituto Jane Goodall (Congo). Allí invitaron a una ‘barbacoa’ a unos chimpancés con el fin de averiguar si eran capaces de llevar todos los procesos que necesita un alimento para elaborarse. Primero, observaron que preferían batatas cocinadas antes que crudas. Como los primates vieron el proceso, después se les dejó libres para que comiesen los alimentos como más les apeteciese. Para sorpresa de los investigadores, muchos de ellos optaron por poner la batata en el dispositivo de cocción antes que comérsela cruda. «La primera vez que vi hacer esto a un chimpancé me quedé boquiabierta. No lo había previsto y llegamos a pensar que el que lo había hecho era un genio. Pero no, los demás hicieron lo mismo». Después probaron con zanahorias, obteniendo los mismos resultados.

Después probaron con ellos la ‘ciencia del tupper‘ observando que, a pesar de darles los alimentos en un lugar alejado del lugar de cocción, los animales estaban dispuestos a transportarlos hasta allí. Incluso les quitaron el dispositivo de cocción, reto ante el que los chimpancés decidieron esperar a que fuese colocado para disfrutar de una rica patata asada. «En algunos casos lo transportaron en su boca, provocando a veces que se lo comiesen por accidente, pero la mayoría los llevaban hasta el lugar donde podían cocinarlos».

Fuentes:

Archaeology Newsnetwork | bbc.co.uk | rspb.royalsocietypublishing.org

Redacción QUO