En el clásico de la literatura de Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, los habitantes de su nación deben correr lo más rápido posible para seguir en su sitio, pues el país se mueve con ellos. Los biólogos y expertos en evolución han trazado un paralelismo con estos personajes para afirmar que “para un sistema evolutivo, la mejora continua es necesaria paraestar equiparado con los otros sistemas con los que está evolucionando”. En la naturaleza, las especies estarían forzadas a evolucionar rápidamente para ganarles a la competencia, esa es la teoría de la Reina Roja.
Pero hay una contrapartida, la hipótesis del Rey Rojo: si dos especies se benefician mutuamente, mutualismo, deben evolucionar a un ritmo más lento para evitar interrumpir esta sociedad. La teoría, propuesta en 2003, parecía explicar muchos casos de mutualismo, pero ahora un nuevo estudio, publicado en Nature Communications, le ha lanzado un guante de duelo a muerte.
“Nuestro objetivo inicial era descubrir las bases genéticas en el comportamiento mutualista de las hormigas – explica Benjamin Rubin, autor principal del estudio –. Para ello secuenciamos el genoma de tres especies de hormigas relacionadas con plantas mutualistas y cuatro de sus parientes más cercanos que no tuvieran una relación de cooperación. Y lo que descubrimos es que, sorprendentemente, los mutualistas tienen un grado de evolución mucho más alto que los otros”.
El cambio se pudo observar específicamente en los genes vinculados a la neurogenesis y a la actividad muscular, es decir los que regulan la conducta y aquellos implicados con la mayor fuerza y velocidad de las hormigas. ¿Por qué ocurre esto? La incógnita aún no está clara, pero para Corrie Moreau, co-autora del estudio podría deberse a que “Al igual que todos los organismos, los mutualistas deben adaptarse a su entorno. Pero también tienen la presión de evolucionar en relación a otra especie. Es esta presión adicional la que provoca la evolución acelerada”.

Juan Scaliter