En el reino animal, la menopausia es un hecho insólito. La mayoría de las hembras no humanas conservan su fertilidad casi hasta el final de sus días.
Precisamente esta circunstancia explica que las hembras de algunas especies, sobre todo mamíferos, disfruten de molares más poderosos, según ha comprobado el investigador de la Universidad de Extremadura Juan Carranza.
En un estudio con ciervos, concluye que algunos organismos programan el proceso de envejecimiento y su longevidad. “Las muelas de los machos se desgastan con mayor rapidez y mueren a la edad de 12 años.
Las hembras, sin embargo, disponen de una dentadura más grande que les permite vivir unos ocho años más y, por tanto, seguir reproduciéndose para perpetuar la especie”.
Redacción QUO