Y sin duda, el verano es (junto con la Navidad) la época del año en la que se venden más libros dirigidos a los pequeños de la casa. Volúmenes que son verdaderas joyas por la calidad de su edición y de sus ilustraciones. Un buen ejemplo de ello es Agua imaginada, la apuesta de la editorial Puerto Norte Sur para estas vacaciones.
En esta obra escrita por Carmen Mayoral e ilustrada por Inti Ansa, y enriquecida con poemas de Pablo Neruda, se ofrece a los chavales la oportunidad de realizar un apasionante viaje a las profundidades del mar. Pero no a las de los océanos de los documentales, sino al fondo de un mar de fantasía, poblado por sirenas y otras criaturas surgidas de la mitología humana. Leyendas sobre hadas que protegen a los marineros de las tempestades, o criaturas horribles que los arrastran a los arrecifes.
Otra joya que no debe faltar en la biblioteca de ningún crío es El libro inclinado, una obra maestra de la literatura infantil publicada en 1910 por Peter Newell. Editada en un formato sorprendente, narra el alocado descenso de Bobby en su carrito de bebé a través de la empinada calle londinense, arrollando a todos los incautos que se cruzan en su camino.

Redacción QUO