Los humedales de la desembocadura del río Guadalhorce en Málaga, son el hogar temporal de numerosas aves durante su migración anual de Europa a África y, también, cuando realizan el trayecto de regreso. Por ese motivo, Coca-Cola España incluyó a este excepcional paraje en la lista de sus proyectos hídricos, colaborando con el Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga, en una iniciativa para nutrir estos humedales con aguas residuales depuradas.
El objetivo del proyecto, que comenzó en 2016, era restituir a este paraje unos 650 millones de litros de agua, el equivalente a más de doscientas piscinas olímpicas. Para ello ha sido necesario construir una tubería de un kilómetro de largo que traslada el agua ya tratada desde la Planta Depuradora de Aguas Residuales de Málaga, hasta dicha zona.
El proyecto contempla también la creación de barreras naturales para frenar la entrada de agua salina en los humedales. La desembocadura del Guadalhorce es actualmente un espacio natural protegido, en el que habitan especies como los flamencos la cigüeña negra, la gaviota de Adouin, o el martín pescador.
Históricamente también es una zona de gran valor, ya que hay un importante yacimiento arqueológico que revela que los fenicios la usaron como puerto, y de que durante la época romana hubo también allí una gran actividad artesanal e industrial.
Vicente Fernández López