En 2015 se produjo una ola de indignación mundial por el asesinato de Cecil, un emblemático león que vivía en una reserva de Zimbabwue. El animal murió por las flechas que le disparó un cazador llamado Walter Palmer, con un arco compuesto. Las investigaciones revelaron que el animal había sido atraído intencionalmente fuera de los límites del parque protegido para que el cazador pudiera matarlo. Y aunque Palmer finalmente no fue condenado, sufrió numerossas muestras de indignacion y desprecio por parte de personas de todo el mundo.
Ahora, un investigador llamado Andrew Loveridge revela nuevos datos sobre la muerte del animal. En su momento se dijo que podría haber estado agonizando durante casi 40 horas. El autor desmiente esos rumores y asegura que los datos obtenidos del GPS que el león llevaba adherido a su collar, muestran que falleció unas diez horas después de que le dispararan las flechas. Un período de tiempo en el que tuvo que sufrir mucho.
Leveredge explica que las flechas no le alcanzaron ningún órgano vital, pero provocaron una pérdida de sangre que debilitó completamente a Cecil, hasta acabar matándole. La prueba de ello es que el animal solo se movió unos 350 metros durante sus últimas diez horas de vida.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López