Es posible que, realmente, el hecho de que una hembra madura de mamífero mantenga una membrana en el interior de la vagina no tenga una utilidad, sino que sea un residuo de etapas fetales. En ese momento se observa muchas veces que no existe una apertura vaginal, sino que la cavidad está cerrada con una capa de tejido celular más o menos gruesa.
Esa membrana se abre solo parcialmente antes del nacimiento, que es cuando se conoce como himen.
Esa apertura parcial permite que las menstruaciones se den en el futuro con absoluta normalidad, ya que la sangre encuentra un camino hacia el exterior.
Otra de las teorías de algunos biólogos y médicos es que puede tratarse de una protección o barrera biológica ante posibles infecciones en la “infancia”, cuando todavía la vagina no cumple ningún papel reproductor. Otros paleobiólogos lo relacionan con el pasado acuático de la vida.
Lo cierto es que el himen está presente en focas, manatíes, ballenas dentadas, topos, ratas, elefantes, llamas, cerdos de Guinea, lémures y chimpancés, por ejemplo.
Ángel Febrero. Experto en naturaleza
Enviada por Miguel Palacios, Valladolid
Redacción QUO
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