En Estados Unidos han comenzado a realizarse alertas para advertir a la gente de que no se acerque a esta planta si se la encuentra durante sus salidas veraniegas al campo. Aunque conviene recordar que también puede encontrarse en algunos lugares de la geografía española, donde está considerada una especie invasora. Y ahora acabamos de concoer la noticia de que un joven de Virginia llamado Alex Childress, ha visto como su rostro quedaba abrasado después de dicha planta lo rozase.

[image id=»97463″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

La planta, cuyo nombre es Heracleum mantegazzianum, es originaria de Asia y el este de Europa, y puede alcanzar los tres metros de altura. Y sus ramas se asemejan a parasoles gracias a los capuchones que forman sus llamativas flores blancas. Pero, pese a su atractivo aspecto, la savia de esta planta es muy tóxica para el ser humano.

Y es que contiene unos compuestos químicos llamados furanocoumarinas, que inhiben la capacidad de nuestra piel para resistir a las radiaciones ultravioleta. Y su acción provoca que cuando la luz del sol alcanza las zonas de la dermis afectadas por la savia de la planta, se produzcan graves quemaduras mucho más intensas que las típicas quemaduras solares.

Los especialistas llaman fitofotodermatitis a esta reacción provocada por la simbiosis entre compuestos químicos de plantas y luz solar. Y también puede causar la aparición de enormes ronchas, e incluso la pérdida de la visión si la savia afecta a nuestros ojos.

En nuestro país, esta planta, a la que se conoce popularmente con el nombre de perejil gigante, ha sido localizada en la ribera d

el río Segre, en la provincia de Girona.

Fuente: CNN.

Vicente Fernández López