Alerta roja en Innaarsuit, un pequeño pueblo de Groenlandia con 169 habitantes. Un iceberg de unas 12 millones de toneladas se desplazó hace unos días hasta la costa de la aldea, que tuvo que ser parcialmente evacuada por los servicios de emergencia daneses. En caso de haberse desprendido alguna de sus partes, podría haber provocado un tsunami que destruyese parte de la localidad. Aunque en algunos vídeos los pedazos de hielo comienzan a caer sobre el mar y provocar grandes olas que chocan contra los acantilados, no se tuvieron que lamentar desperfectos ni víctimas mortales.

Finalmente, la Agencia Espacial Europea ha informado de que los vientos del sur han alejado definitivamente la estructura helada, por lo que ya no se teme por la seguridad de los aledaños, principalmente pescadores y cazadores. El iceberg pudo verse desde los satélites espaciales debido a su gran tamaño, que se calcula en 100 metros de altura por encima del mar y 200 metros de longitud. La superficie equivale al 3% de los desprendimientos anuales de hielo en Groenlandia.

Este es tan solo uno de los efectos secundarios del deshielo. Se prevé un aumento del número de icebergs dentro de los próximo años. En 2017, un tsunami devastó otra aldea de la costa oeste de Groenlandia, Nuugaatsiaq, donde murieron cuatro personas.

Redacción QUO