Los investigadores de la University of Strathclyde, en escocia, están fascinados con un delfín llamado Kylie. ¿El motivo? Sospechan que el animal podría haber aprendido (es una posibilidad remota, eso sí) a comunicarse en el lenguaje de las marsopas.
Según los investigadores, el animal hace habitualmente sonidos a un volumen de 100 MHz. Pero cuando está junto a las marsopas, lo eleva hasta situarlo a la misma potencia que el que hacen los miembros de esta otra especie. Pero, ¿realmente ha aprendido a comunicarse con ellos, o solo les está imitando? Eso es lo que los científicos quieren averiguar ahora.
Recordemos que la capacidad de los cetáceos para imitar sonidos de otras especies es bien conocida. Ha habido ballenas que han aprendido a hacer los mismos sonidos que los delfines, y también se conoce el caso de alguna orca que ha llegado a imitar algún sonido humano.
Fuente. BBC.
Vicente Fernández López