Preparémonos para la extinción de las flores

El género Clematis abarca unas 300 especies distribuidas por todo el planeta. Pese a ello, necesitan varios años de cuidados para florecer.

Pese a que es muy frecuente ver ciertas especies de amapolas, la de la imagen es una de las cinco incluidas en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

La orquídea Embreea rodigasiana crece en Colombia y Ecuador y es capaz de vivir hasta a 1.500 metros de altura.

A pesar de su colorido, la Arisaema fargesii fue descubierta
en China poco más de cien años atrás por el explorador francés Père Farges.

Esta flor pertenece al género Tulipa. Algunas de sus 150 especies se encuentran en peligro de extinción, como la Tulipa hungarica, nativa de Rumanía.

Esta flor, que pertenece a la familia de las orquídeas, se puede ver en Sumatra, Sulawesi, las Molucas y Nueva Guinea, por ahora. Su uso en perfumería y jardinería está reduciendo su número.

Esta flor crece en Sudamérica. En Costa Rica las llaman “toritos”. Son de las orquídeas más perfumadas, pero su vida es corta (unos pocos días).

Esta flor es de una belleza mortal: en su interior hay suficiente cantidad de cardenólido (un esteroide) como para matar a una persona.

«Un tributo a las flores. Plantas bajo presión», el nuevo trabajo del fotógrafo  Richard Fischer, publicado por teNeues, 40 €.
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