A los adolescentes les cuesta concentrarse por una razón ajena a ellos: su mente se lo impide. Científicos del University College de Londres han descubierto que el cerebro de los jóvenes cuenta con mayor cantidad de
materia gris que el de los adultos. Esta es la encargada de transmitir mensajes dentro del cerebro. A medida que crecemos, su cantidad disminuye, pero actúa de modo
más eficiente.

Redacción QUO