Está considerada como la hormona masculina, pero lo cierto es que las mujeres también segregan testosterona a través del ovario y la glándula suprarrenal, entre otros órganos. Con el objetivo de que su disminución con la edad no influya en la inapetencia sexual, la biomedicina está llevando a cabo una serie de estudios para evaluar su administración en la mujer. En Safety and Efficacy of a Testosterone Metered-Dose Transdermal Spray for Treating Decreased Sexual Satisfaction in Premenopausal Woman, se facilitan los resultados tras aplicarla a través de la piel a un grupo de mujeres premenopaúsicas, con edades comprendidas entrelos 35 y los 45 años. Aunque en la mayoría de ellas se observó un aumento del deseo sexual, todavía los resultados son muy discretos como para considerar recomendable la administración transdérmica.
Redacción QUO
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