Sarkozy conjuga el verbo en todas sus formas. Según las encuestas, merma su popularidad, pero lo que no dicen es que el escaso autocontrol que tiene cuando se cabrea es casi una garantía de longevidad. Un estudio de la Universidad de Michigan ha comprobado que las personas que se reprimen mueren de forma prematura: tienen dos veces más de probabilidades de morir.
En la Facultad de Psicología de este centro han seguido a 192 parejas a las que dividieron en cuatro categorías: aquellos en que los dos miembros expresaban el enfado, un segundo grupo en el que ningún miembro manifestaba su cabreo, un tercero en el que la que se reprimía era la mujer, y otro en el que el que lo hacía era el hombre.
Diecisiete años después de haber iniciado la investigación, comprobaron que entre las 26 parejas del grupo en el que hombre y mujer reprimían sus emociones se habían producido 13 muertes (el 25% de los participantes en el estudio), mientras que entre las 166 parejas restantes se produjeron 41 fallecimientos (un 12,5%).
Vistos los resultados, quizá tenga que cambia lo que dicen los novios en las bodas: “Prometo serte fiel en las alegrías en las penas, en la salud y en la enfermedad, y discutir contigo todos los días de mi vida».
Redacción QUO