Según un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, una dieta alta en grasas en ratones puede llegar a causar un aumento en la producción de nuevas neuronas en una región del cerebro que regula los hábitos alimenticios y el apetito. De encontrarse un mecanismo similar en los seres humanos, estos hallazgos podrían presentar un nuevo objetivo para el tratamiento de la obesidad.

En nuestro caso, el hipotálamo, una glándula endocrina de nuestro cerebro, es la responsable de muchos procesos metabólicos de nuestro organismo, incluyendo entre ellas regular el hambre, el apetito y la saciedad. Según el equipo de investigadores dirigidos por Seth Blackshaw, estas nuevas neuronas no se producen en el mismo hipotálamo, sino en una región conocida como eminencia media, ubicada en la parte inferior del hipotálamo y que es la vía final de comunicación con la hipófisis anterior. También descubrieron que la producción de estas nuevas neuronas son mayores en aquellos ratones que se han alimentado con una dieta alta en grasas. Si se bloquea la información de estas nuevas neuronas, los ratones ganan muchísimo menos peso con un alto consumo de energía, incluso cuando se alimentan con esta dieta alta en grasas.

Desde hace mucho tiempo, el consumo de alimentos ricos en grasas ha sido asociado con distintos problemas de salud, incluida la obesidad. Los resultados de este estudio sugieren que algunos de estos efectos pueden estar mediados por la formación de nuevas neuronas hipotalámicas que almacenan este exceso de energía en forma de grasa.

Redacción QUO