Seguro. Una vez procesado. De hecho, podrías haber comido pelo hoy mismo. Los fabricantes de alimentos utilizan a menudo L-cisteína, un aminoácido con queratina que estabiliza la masa y estimula las papilas que detectan los sabores salados y sabrosos. Aunque algunas fábricas sintetizan la L-cisteína artificialmente o a partir de plumas de pato, otras los hacen usando cabello humano.
Pero es un proceso limpio, gracias al paso previo de hervido en ácido hidroclórico para extraer la L-cisteína.
Redacción QUO