Usar el término milagro sería frivolizar el gran logro médico que ha supuesto esta intervención quirúrgica. El cirujano Eduardo Rodríguez ha liderado a un equipo que realizó, el pasado mes de agosto, la operación de trasplante de rostro más compleja realizada hasta la fecha. La intervención se llevó a cabo en el Centro Médico Langone de Nueva York, pero ha sido ahora, tres meses después, cuando el paciente ha comparecido en público por primera vez. Y hay que reconocer que el resultado es realmente asombroso.

Patrick trabajaba como bombero en el estado de Missisippi cuando, poco antes del 11 S, sufrió un terrible accidente que le dejó horriblemente desfigurado. El muro de una casa en la que se había producido un incendio se vino abajo, sepultándole. Logró salvar la vida, pero su cara resultó espantosamente deformada y también quedó casi completamente ciego.

Ahora, Patrick tiene un nuevo rostro. Pero lograrlo no ha sido fácil. El cirujano Eduardo Rodríguez necesitó la ayuda de un equipo médico formado por cien personas, y la operación duró nada menos que veintiséis horas. Eso, sin contar las 70 intervenciones previas que hubo que realizar para preparar el rostro de Patrick. De hecho, el propio cirujano reconoce que solo había un 50% de posibilidades de éxito, aunque al final la historia ha tenido un desenlace feliz.

Patrick ya puede incluso parpadear. Y, aunque necesitará someterse a varias operaciones más, el doctor Eduardo Rodríguez asegura que el paciente recuperará completamente la visión y podrá volver a conducir y a realizar otras tareas similares que hasta ahora le estaban vedadas.

Redacción QUO