En la actualidad, un bebé puede sobrevivir sin secuelas problemáticas a partir de la semana 24 de gestación, aunque algunos casos ya han sido viables en la semana 23 e incluso en la 22.
El cerebro humano empieza a mostrar cierta actividad hacia el segundo trimestre de gestación. A las 22 semanas, el encefalograma detecta una actividad cerebral intermitente, convirtiéndose en continua a las 24 semanas. En la semana 30, las conexiones nerviosas están completas, y en las semanas 35-36 se han visto fetos con cierta capacidad de dar respuestas de memoria a corto plazo. No obstante, hablar de consciencia en esta época no sería correcto, según los expertos.
Se cree que el feto puede sentir dolor a partir de las 26 semanas, ya que cuenta con los circuitos cerebrales necesarios y se producen reacciones químicas similares a lo que se considera dolor. No obstante, no hay unanimidad al respecto, por lo que se apuesta por el principio de prudencia: en caso de tener que realizar operaciones prenatales sobre el feto, se suele procurar anestesia. En cualquier caso, como concluía un informede la Asociación Médica Británica, elaborado ante una posible reforma legal en su país, al ser un tema en el que entran en consideración otras cuestiones, probablemente nunca sea posible llegar a un acuerdo.
Redacción QUO