Desde que en 2004 Neil Harbison logró ser “aceptado” por el gobierno británico como ciborg (se permitió que la antena que se conecta a su cerebro apareciera en la foto de su pasaporte), algo como esto se esperaba. Un equipo del Instituto de Nanociencias Integrativas de Dresde, Alemania, ha creado el primer espermatozoide ciborg. Partiendo de un diseño creado en 2014, que se basaba en envolver células espermáticas en una cápsula de titanio y una película de hierro, para guiarla por medio de campos magnéticos, los expertos llevaron el diseño mucho más allá.
En un trabajo publicado en Nano Letters, los científicos siguen utilizando los campos magnéticos pero en lugar de encapsularlo, desarrollaron pequeñas hélices que envuelven la cola del esperma y giran, como si se trata de un sacacorchos, impulsándolo hacia adelante. El tamaño de estas hélices es de unas 50 micrómetro de largo por 5 a 8 de diámetro. Su longitud es igual que el diámetro de un cabello humano.
La dirección del Spermbot, como ha sido bautizado, se controla mediante campos magnéticos externos, de modo que pueda llegar al óvulo e introducirse en su interior. Una vez cumplida la misión, las hélices se desprenden de la cola y regresan hacia el exterior a través de la vagina. Lo que le da un evidente carácter no solo de reciclable, sino de reutilizable.
«Es muy previsible que el Spermbot se convierta rápidamente en el método por excelencia de inseminación artificial – explica Oliver Schmidt, líder de la investigación –, una alternativa evidente a la fecundación in vitro”.
Por ahora el Spermbot solo se ha testado en espermatozoides de toro, pero el equipo de Schmidt confía que se podrá adaptar a todos los mamíferos. De este modo se convertiría en una alternativa a la reproducción asistida, principalmente en aquellos que tienen problemas de movilidad espermática, una de las principales causas de infertilidad masculina. Y ese solo sería el primer paso. La idea es que, en el futuro, esta misma tecnología pueda ser utilizada para dirigir nanorobots a células específicas, por ejemplo tumores, con un cargamento de fármacos.

A continuación puedes ver al Spermbot en acción.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=Ww-x-VIFh-Q[/youtube]

Juan Scaliter