Investigadores de los Museos Nacionales de Escocia y de la Universidad de Edimburgo han descubierto restos de roedores tostados que datan del 2.800 a.C. Dicho descubrimiento, publicado en la revista Royal Society Open Science, se suma a la creciente evidencia de que los antiguos pobladores de nuestro planeta tenían a los roedores como parte de su dieta en casi todos los rincones del mundo.
Aunque la práctica continúa actualmente en algunos países, la gran mayoría rechaza a las ratas y ratones como alimento. «Solo he intentado comer un conejillo de indias una vez», explica Andrzej Romaniuk, autor principal de la investigación. «No lo considero una comida de alta calidad – estaba bastante salado- pero tampoco el sabor estaba tan mal. Es algo así como comerse un pollo seco, la verdad». Según explica el investigador, los roedores fueron una de las primeras comidas rápidas de la historia (como nuestra pizza, hamburguesas o perritos calientes actuales).
Los restos de los roedores fueron hallados en el asentamiento neolítico de Skara Brae en las Islas Orcadas, un archipiélago de la costa noreste de Escocia. Romaniuk y su equipo encontraron los restos de los ratones de campo dentro de los depósitos de basura doméstica.
Al principio, los científicos pensaron que los antiguos habitantes de Skara Brae podrían haber estado quemando roedores con el fin de eliminar plagas, pero observando las marcas ‘de barbacoa’ de las quemaduras de los animales y teniendo en cuenta que el esqueleto de los animales estaba íntegro, consideraron que la probabilidad más real es que los roedores fueron parte de su dieta.
Fuente: seeker.com
Redacción QUO