La grasa parda o marrón, a diferencia de la blanca, tiene entre otras funciones la de la termogénesis. Es decir, es la que se encarga de quemar calorías tanto para calentar nuestro organismo cuando hace frío, como para producir energía para hacer ejercicio.
Hasta la fecha, se pensaba que los humanos teníamos muy poca pero, ahora, una nueva investigación realizada por la Universidad Munich, ha revelado que tenemos tres veces más de lo que creíamos.
El hallazgo es realmente importante porque abre la puerta a crear nuevos tratamientos contra la obesidad, que actúen estimulando esa grasa parda para quemar calorías y eliminar el exceso de peso.
La mala noticia es que los investigadores han descubierto que la grasa marrón no funciona con la misma eficacia en todas las personas. Calculan que alrededor de un 5% de la población está bendecida con el don de que sus depósitos de grasa parda se activan casi constantemente. Eso explicaría, según los autores del estudio, por qué algunas personas ganan peso con solo comer un dulce, mientras que otros se mantienen delgados pese a cometer excesos.
Lo que de momento se ignora es la causa de esta injusta disparidad entre los metabolismos.
Fuente: EurekAlert.
Vicente Fernández López