¿Conocéis el programa “1.000 maneras de morir”? Ese en el que se conocen casos de gente que ha muerto de la manera más extraña posible. Este es uno de esos casos y nos ha metido el miedo en el cuerpo de ir a la playa en un día con mucho viento.
Tan solo bastó el golpe de una sombrilla de playa contra el pecho de una mujer de 55 años para que en apenas 1 hora muriera por una herida en el ventrículo izquierdo de su corazón. El caso ha sido publicado en el Journal of Forensic Sciences (Revista de Ciencias Forenses), y en él se explica cómo la fuerza brutal de más de 362 kilopondios de este objeto volado impactó con tanta fuerza sobre su cuerpo que hizo que le fuera posible respirar o hablar para explicar lo sucedido.
A pesar de que el estudio no apunta dónde fue y cuándo ocurrió, sí que apunta cómo afectó al cuerpo ese golpe tan grande. Además del impacto, la sombrilla logró clavarse por unos instantes en el pecho cortándole algunos músculos y rompiendo parte de sus costillas. Como nunca se llegó a encontrarla, los investigadores usaron una sombrilla básica de playa de 5 kilos de peso para simular en un espacio cerrado con cuánta fuerza pudo volar contra el pecho de la mujer. Si el viento sopla a unos 35 km/h, la fuerza con la que una sombrilla puede impactar contra un cuerpo es de unos 362 kilopondios. Pero según el informe, ese día, había rachas de unos 45 km/h, por lo que el golpe podría haber llegado incluso a los 450 kilopondios.
Otros casos curiosos
[image id=»95250″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU apunta que muertes como estas pueden resultar muy extrañas, pero no han sido las primeras. Por ejemplo, ¿sabíais que entre 1999 y 2016, más de 1.000 personas han fallecido por el contacto con cortacéspedes motorizados? ¿O que existen personas que han sido gravemente heridas mientras caminaban con un paraguas bajo la lluvia?
Al menos ahora, ya sabéis que si lleváis una sombrilla a la playa, más os vale clavarla bien en la arena.
Alberto Pascual García