Acabamos de conocer el caso de una pareja canadiense que, tras regresar de unas vacaciones en Punta Cana, en la República Dominicana, descubrió que un parásito había anidado en sus cuerpos. Se trataba de un anquilostoma, un tipo de parásito intestinal que es muy habitual en los perros y en los gatos, pero que también puede afectar al ser humano.

La pareja se contagió por caminar descalza por la playa, lo que propició que las larvas de este organismo penetraran a través de su piel. No fue hasta que regresaron a sus hogares cuando descubrieron que sus piés se hinchaban de forma anómala y que algo se movía dentro de ellos. Se trataba de las larvas que intentaban llegar hasta el intestino.

Este tipo de infecciones son muy habituales en África y algunos países del sudeste asiático. Pero pueden producirse cais en cualquier playa cuyo suelo esté contaminado. Por eso, andar con sandalias puede ser un buen método para evitar el contagio y que nos pase en los pies lo que muestran las imágenes (en el enlace podéis ver más, si es que os apetece).

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Vicente Fernández López