Hasta en las terapias pseudocientíficas hay clases. Las hay que, aunque no provoquen ningún beneficio ni sirvan para nada, al menos son en sí mismas inocuas y no resultan perjudiciales (al menos de forma directa) para la salud. Y no interpreten esto como una defensa de las mismas. Y hay otras que pueden resultar dañinas. Una de ellas es la llamada acupuntura con abejas.
Ahora, investigadores del Hospital Ramón y Cajal de Madrid han publicado un estudio basado en el caso de una mujer española de 55 años que falleció tras someterse a esta terapia. La práctica de la misma consiste en presionar la cabeza de la abeja hasta que esta saque su aguijón, y luego clavarlo en el lugar deseado.
Según el informe, la mujer comenzó a someterse a esta práctica dos años antes del fatal desenlace, para tratarse del dolor muscular y el estrés, y falleció por una reacción alérgica al veneno de la abeja. Puede parecer extraño que alguien sufra una reacción alérgica a una picadura después de tanto tiempo recibiéndolas. Pero los especialistas explican que las picaduras repetidas durante un período de tiempo prolongado, lejos de provocar la inmunidad del organismo, elevan las posibilidades de riesgo de sufrir una reacción alérgica grave.
De hecho, ya en 2015, una investigación publicada en Plos One, reveló que practicar la acupuntura con abejas durante más de un año aumenta en un 261% las posibilidades de sufrir algún tipo de efecto adverso par ala salud.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López