Recientemente han aparecido varios estudios que alaban las bondades de tomar café. Por lo general, se acepta que esta bebida tiene efectos positivos si se consume en cantidades moderadas, pero se advierte que puede ser perjudicial si se abusa de su consumo. Pero, ahora, un macroestudio realizado en Reino Unido y cuyos resultados se han publicado en JAMA Internal Medicine, revela que el consumo del café puede ayudar a vivir más, incluso cuando se toman ocho tazas al día.

Los autores del estudio trabajaron con más de medio millón de voluntarios durante diez años, a los que dividieron en grupos según su consumo diario de café. Y lo que observaron es que parecía existir un vínculo entre tomar café y la longevidad. Es decir, los que lo bebían vivían más que quienes no lo hacían. De hecho, el estudio también reveló que era mejor beber ocho tazas diarias (se supone que de esas de expresso), que no tomar ninguna.

La novedad de este estudio, aparte del elevado número de voluntarios que componían la muestra, fue que se tuvieron en cuenta las variaciones genéticas de cada uno de ellos en el metabolismo de la cafeína. Es decir, por qué hay personas que pueden dormir sin problemas después de tomarse dos tazas, y por qué a otras les quita el sueño. Pero aún así, no hubo diferencias entre ambos grupos. Perteneciesen al que perteneciesen, los voluntarios que bebían café parecían ser más longevos.

El estudio tiene sus limitaciones, ya que es observacional, y no permite por tanto establecer de forma tajante la existencia de una causa y un efecto. Pero sus resultados son muy interesantes y, desde luego, serán del agrado de quienes tienden a pasarse (como es el caso de quien esto firma) con el número de cafés diarios.

Pese a todo, que nadie se lancé a beber ocho tazas al día como norma. La mesura siempre seguirá siendo una virtud.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López