Pero, según Louis Ptácek, neurogenetista de la Universidad de California, hay algunos indicadores que resultan irrefutables.
Número fijo. Los “fóticos” siempre estornudan un número fijo de veces cuando son sometidos a un estímulo lumínico.
De repente. Es el contraste súbito de luz lo que provoca el estornudo.
Efecto paréntesis. Tarda un tiempo en recargarse. Si se regresa a un sitio oscuro y luego nuevamente se sale a la luz, no estornudarás.
La genética. Un familiar cercano que estornude por la luz da todas las papeletas para sufrirlo.
Se han publicado casos como el de algunos miembros de una familia kuwaití que estornudaban siempre que se encontraban con el estómago lleno. En inglés, este fenomeno se conoce como snatiation, combinación de las palabras inglesas sneeze, estornudar, y satiation, saciedad. Este fenomeno también tiene carácter hereditario. El caso de esta familia fue publicado por primera vez en 1989 por Ahmad Teebi y Qasem Al-Saleh, del Centro Médico Genético de Kuwait, en Journal of Medical Genetics.
De acuedo con Mahmood Bhutta, del Hospital Wexham Park en Reino Unido, estornudar al mantener relacines sexuales se debe a la confusión de las señales de un nervio trigémino hiperactivo. En algún sitio de la longitud del nervio, los impulsos procedentes de diferentes terminaciones nerviosas se mezclan, lo que confunde al cerebro sobre el origen de las señales que recibe.
Redacción QUO
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