El big bang

Tras una gran carrera, un espermatozoide penetra en un óvulo y, de forma instantánea, una sacudida eléctrica altera la membrana externa de este, para blindarlo.

De feto a embrión

En la semana 8, el embrión empieza a cambiar de forma: pierde la colita, al igual que la membrana que une los dedos de sus pies y manos. El corazón ya late de forma completa.

El ecuador

La semana 18 es la mitad del embarazo, cuando la placenta ha alcanzado su máximo grosor. El bebé mide unos 16 centímetros y su piel está recubierta de vérnix caseoso, una especie de cera que protege su piel de abrasiones.

Independiente

A partir de la semana 23, su sistema circulatorio continúa expandiéndose; sobre todo, los vasos de los pulmones. Ya está preparado para respirar fuera del útero.

Huesos y músculos

Al final del segundo trimestre, en la semana 25, el esqueleto del bebé ya está formado, aunque sus huesos aún no están montados en las articulaciones. También se desarrolla la musculatura de la boca. Empieza a chuparse el dedo como preparación para su alimentación posterior.

A pleno rendimiento

Las primeras funciones cerebrales que desarrollamos son el movimiento de las extremidades y del tronco. A las 36 semanas (en la foto), el feto ya tiene patrones de actividad parecidos al sueño.

Últimos detalles

En la semana 37, el feto engorda hasta los más de 3 kilos que pesará al nacer. En esta fase, los testículos de los varones descienden por completo y los labios vaginales de las niñas se hacen más prominentes. La placenta le suministra los anticuerpos que le protegerán durante los primeros meses de nacido.

Apoteosis final

Es el momento en que el bebé sale del entorno cálido, seguro y fluido de la placenta al mundo exterior. Sus pulmones reciben la primera bocanada de aire frío y emiten su primer llanto.