Están preparando la publicación de su libro, Sex at Dawn, en España, ¿cree que será bien recibido?

Sospecho que va a ser bien recibido. Según mi experiencia la sociedad española es más tolerante y relajada en su sexualidad que la sociedad americana. Más de lo que cabría esperar teniendo en cuenta el papel de la iglesia católica en su historia. Pero desde que me mudé a Barcelona he visto una tendencia a la tolerancia respecto a los derechos de los gays o el matrimonio gay. Así que creo que la mayoría tendrá una respuesta positiva.

Ha vivido usted en muchos países. ¿Ha visto grandes diferencias entre la moral y el comportamiento sexual de países como EEUU o los países mediterráneos o africanos?

Oh sí (ríe). Sería difícil no darse cuenta de las diferencias, que son enormes. En los países latinos donde he vivido la sexualidad es más relajada. El flirteo no es algo feo o vergonzoso, sino un placer más de la vida, como el sol o la playa. Mi editora me preguntó cuál era la diferencia en la sexualidad entre Barcelona y Nueva York.Una de las diferencias que pude ver cuando vine a Barcelona por primera vez me sorprendió la cantidad de mujeres que me sonreían por la calle. En EEUU hay miedo a los extraños, y miedo al sexo. Esas dos cosas se combinan para hacer que la gente sea muy estirada con los extraños en la calle, y se toman el flirteo muy en serio. Sin embargo, en España o Italia si una mujer te sonríe por la calle no significa nada. Puede ser que le guste tu mirada, no quiere decir que piense llevarte a la cama. Esto también es así para el Africa subsahariana, de donde viene mi esposa y co-autora del libro, donde la sexualidad es mucho más relajada.

Parece que en EEUU se toman la infidelidad como un crimen, ningún político europeo ha dejado el puesto tras un escándalo sexual

Berlusconi puede ser el primero (risas). Sí, es ridículo ver la respuesta en EEUU a estos asuntos desde la perspectiva europea. Una encuesta reciente confirma que la gente en América consideran la infidelidad marital como lo peor que se puede hacer, peor que el asesinato, el robo o la evasión de impuestos. Es asombroso. Y parecen no darse cuenta de que la gente que más habla en público de estas cosas, como el ex congresista Newt Grinrich, muy de derechas, conservador, que siempre está emitiendo juicios sobre la moral, familia, los valores. Pues ha estado casado tres veces, engañó a sus dos primeras mujeres y probablemente esté engañando a la tercera ahora mismo. No entienden que el hecho de que te divorcies de tu mujer no te hace moralmente superior a quien no se divorcia. La poligamia secuencial no es mejor que las relaciones simultáneas.

En su libro sostiene que la monogamia va en contra de la naturaleza humana. ¿Por qué está tan extendida?

La monogamia es un artefacto económico de la revolución agrícola y las estructuras que surgieron de ella. Vemos estas estructuras en muchas otras áreas de la vida. Otra de las premisas del libro es que la igualdad es parte de la naturaleza humana, y sin embargo hay estructuras políticas jerárquicas en todas partes. O el concepto de propiedad privada, que es el centro el que emanan todas las demás.

¿Si es un sistema contra la naturaleza humana, no debería ser inestable y provocar estrés?

Sí que provoca estrés. Lo vemos en los altos índices de divorcio y la gran cantidad de gente casada que no es feliz, los índices de suicidio y depresión. En EEUU los antidepresivos son los medicamentos más vendidos. los signos de esta desconexión entre las instituciones sociales y nuestra naturaleza se encuentran en todas partes. Se pueden ver fisiológicamente, con los índices de obesidad y diabetes y otras reacciones a una dieta antinatural, y también psicológicas. Pero esta es otra área en la que el estilo de vida mediterráneo se ajusta más a nuestra naturaleza evolutiva que el americano, aunque esto también está cambiando con las influencias en la dieta.

Habla de la picapiedrización de la ciencia, la idea de que antes todo era como ahora, pero más primitivo. ¿Cómo puede saber que en su libro no sufre de un sesgo parecido?

En principio nunca sabes si estás proyectando tus propias circunstancias, así que hay que mantener siempre un cierto nivel de escepticismo, incluso sobre tus propias conclusiones. Esa es la única aproximación saludable para todo en la vida, excepto las matemáticas, que pueden probarse. Uno de mis profesores me dijo que en las ciencias sociales no se puede probar nada, las cosas se demuestran, como mucho. En nuestro caso hemos hecho un análisis multidisciplinario, que es lo mejor que las ciencias sociales pueden dar. ¿Corrobora el estudio antropológico las pruebas del estudio de los primates, la anatomía humana y la psicosexualidad? Hemos analizado la evolución de la sexualidad humana desde cuatro o cinco puntos de vista, y lo que hemos visto es que desde cada uno de ellos llegamos a la misma conclusión. En las ciencias sociales, eso es lo máximo a lo que puedes aspirar.

¿Es algo que falta hoy en día en las ciencias sociales?

Sí, pero no por un fallo personal de los investigadores, creo que es un fallo del mundo académico. La gente se especializa demasiado. Una de las cosas que hizo posible escribir este libro es que somos investigadores independientes, no estamos atados a un punto de vista concreto, ni tenemos que preocuparnos de ofender al jefe del departamento. Hemos tenido el tiempo y la libertad para hacer una aproximación multidisciplinar, mientras que muchos académicos no pueden. Las universidades pagan las facturas y te dan becarios, pero si estudias antropología los becarios no están interesados en investigar la parte genética, ni el departamento lo permitirá.

El libro se enfrenta a la opinión tradicional en el mundo académico, pero ¿cómo cree que otras personas alejadas de la investigación lo entenderán?

Es interesante. He visto que cuanto más alejados están del mundo académico, más fácil es que entiendan las ideas del libro. Si estoy en un avión hablando con un vendedor, y le explico que el libro habla de que la monogamia no es algo natural en el ser humano, la respuesta es “y qué, todo el mundo lo sabe”. Sin embargo, si hablo con un biólogo evolutivo me responderán “cómo puede decir algo así, ¡es ridículo!”. El público en general entiende mucho mejor estas ideas.

La narrativa estándar de la que habla en el libro, se extiende al mundo académico en Europa?

No estoy familiarizado con él , y no estoy seguro, pero por lo que leo y he podido comentar con otras personas, lo que viene de EEUU es aceptado, pero con algo de escepticismo. Creo que incluso los académicos europeos son más realistas respecto a la naturaleza humana. En America los académicos se implican mucho en sus ideas y no siempre las contrastan con la experiencia y la realidad. Es una generalización, pero creo que los europeos tienen una visión más moderada, más adulta hacia todo: dieta, ejercicio, arte, cine, todo lo que se me ocurre. Siempre está moderado por la experiencia, que puede ser histórica. Cuando se decide invadir Irak, los europeos tienen muchas dudas. Cuando las ideas se hacen muy populares en EEUU, como las modas o las series de televisión, tardan algún tiempo en aceptarse aquí, y la respuesta es más moderada. Todo es más rápido y más extremos en EEUU. Piensa en el feminismo. La aproximación al feminismo europea es más moderada, menos militante que la americana. Es una indicación de cómo funcionan otras cosas.
Creo que el público europeo será tan receptivo como ha sido el americano, o más.

Los cambios tecnológicos cambian la cultura y la economía. ¿Va a afectar también la sexualidad?

Ya está ocurriendo. Está teniendo un gran efecto en la forma en que se relacionan los jóvenes con la sexualidad. Debido a la prevalencia de la pornografía los jóvenes ven situaciones sexuales que las generaciones anteriores nunca habían visto. Lo máximo que vi de adolescente era la revista Playboy que tenía mi padre, pero eso era lo más extremo.
El resultado puede ser positivo o negativo, no lo sé. La aceptación del matrimonio gay y de los comportamientos sexuales no convencionales seguirá aumentando. Espero que en diez años todos los países occidentales habrán aceptado el matrimonio gay y los derechos de adopción de las parejas homosexuales, que se están volviendo incontestables legalmente.En el mundo de las relaciones heterosexuales también hay cambios. El poliamor se está extendiendo en EEUU y Canada, y la gente cada vez se da más cuenta de que el matrimonio es una institución gubernamental.

La educación sexual de muchos jóvenes proviene de la pornografía, y su educación sentimental de las comedias románticas americanas. Quizá no son buenos modelos.

La educación en EEUU es un desastre. Depende de los estados, y muchos de ellos o ha prohibido la educación sexual o dan únicamente biología, sin entrar en las relaciones y aprender a estar cómodos. Dan Savage, el experto en sexualidad dijo que el sistema de educación sexual americano es como una autoescuela que solo enseña cómo funciona el motor de explosión, pero no cómo conducir. Les dicen estos son los ovarios y estos los testículos, pero eso no es lo que necesitan saber los niños. Las chicas reciben mucha presión para participar en actividades que los chicos ven en la pornografía, y para las que no están preparadas. Idealmente enseñaría a estas chicas y chicas a decir que no a las situaciones en las que no se encuentren cómodos, e incluiría en el sistema educativo el respeto a las atracción homosexual.

Esta es nuestra única ambición con Sex at Dawn, introducir un entendimiento más realista de la sexualidad humana para que la gente tenga otros recursos que no sean la televisión y la pornografía cuando intentan entender sus sentimientos y los de sus parejas. Nos hace muy felices que mucha gente joven esté comentando el libro en blogs, twitter y en Facebook.
Así que hay una oportunidad de recuperar el paraíso.

«En el principio era el sexo» por Christopher Ryan, editado por Paidós.

Darío Pescador