Igual que el Cid ganaba batallas después de muerto, hay actores capaces de ganar un Oscar desde la tumba. El último podría ser Heath Ledger, el galán australiano famoso por su papel de vaquero gay en Brokeback mountain, y que falleció hace unos meses en extrañas circunstancias.

Ahora, los fans del desaparecido actor han iniciado una campaña para conseguir que Heath sea nominado al Oscar al mejor actor de reparto por su papel del Joker, el truculento villano de El caballero oscuro, la nueva entrega de Batman que acaba de estrenarse en EE.UU. Este filme fue el último que rodó Ledger antes de su trágica y prematura muerte, y nunca llegó a verlo terminado.

Quienes ya han visto la película dicen que su interpretación es fabulosa, muy superior incluso a la de Jack Nicholson, el actor que ya dio vida al Joker en 1989 en el Batman dirigido por Tim Burton. Si finalmente los deseos de sus fans se cumplen y heath es nominado al oscar, se convertiría en el octavo intérprete que lo consigue postumamente. Los anterios fueron Peter Finch, nominado por Network, un mundo implacable (1979); James Dean, nominado a la vez por dos filmes, Al este del edén (1956) y Gigante (1956), Spencer Tracy, por Adivina quien viene esta noche; Masimo Troisi por El cartero (1995); Jeanette Eangels por La carta (1929) y Ralph Richardson por Greystoke, la leyenda de Tarzán (1981). De todos ellos, Finch, Tracy y Troisi lo ganaron.

Vicente Fernández López