El paso del tiempo ejerce un doble efecto sobre las obras de arte. Por un lado las revaloriza, pero también las deteriora. Y, en algunas ocasiones, sus estragos pueden tener incluso un involuntario efecto censor.

Y un buen ejemplo lo tenemos en este fresco descubierto en unas ruinas en la antigua ciudad de Cumae, un asentamiento griego situado cerca de la actual Nápolés.

La pintura tiene una antigüedad aproximada de más de 2.100 años y muestra a un sirviente desnudo.Pero por los caprichos del paso del tiempo, parte de la pared en laque fue realizado se ha desconchado, provocando que haya desaparecido el área en la que estaba pintado el pene del hombre.

¡Ni el censor más estricto y puritano lo habría hecho mejor!

Fuente. LiveScience.

Vicente Fernández López