Hasta ahora, la eyaculación precoz era un trastorno sexual conocido sólo en los mamíferos. Sin embargo, un nuevo estudio que ha observado el cortejo y apareamiento en cautividad de serpientes africanas, Lamprophis fuliginosus, en Brown House Snakes, registró que tres machos eyacularon antes de tiempo en múltiples ocasiones. Esto en sí mismo es ya una observación cuanto menos interesante, ya que es la primera aparición documentada de eyaculación precoz en una especie de animales no mamíferos, sin embargo, como podéis imaginar, la implicación más amplia de este estudio no reside en la tasa de eyaculaciones de las serpientes.

Las serpientes son conocidas por sus largos encuentros sexuales, ya que pueden llegar a estar copulando durante un período de cuatro horas o más en el caso de las Lamprophis fuliginosus. La extensión de los encuentros para el apareamiento, tienen dos hipótesis según los investigadores:

1) Los machos están vigilando -y remediando- que sus compañeras ofidias no copulen con otros machos (hipótesis de la competencia de esperma).

2) La eyaculación en las serpientes es un proceso lento y pasivo dada la musculatura débil de los conductos deferentes, por tanto, los machos deben copular durante un tiempo prolongado para poder realizar la transferencia de esperma de forma exitosa.

Este estudio de la eyaculación precoz en L. fuliginousus, muestra que la eyaculación se produjo muy rápidamente (menos de un segundo), rechazando así la hipótesis de la eyaculación lenta a favor de la hipótesis de la vigilancia del macho sobre la pareja hembra.

El estudio concluye que el apareamiento prolongado en las serpientes, es una táctica utilizada por los machos para retener a la pareja hembra y evitar que esta copule con otros machos rivales.

Redacción QUO