Laura Berman, médica del Centro de Salud Sexual Berman de Chicago, ha identificado una conexión olfativa que tiene terminaciones nerviosas en la cavidad nasal, y que conecta directamente con las zonas cerebrales relacionadas con la respuesta sexual. Según ella, en lugar de registrar conscientemente los olores, identifica las señales químicas sexuales y podría ser la ruta por la que se procesan las feromonas. Hasta el momento no se ha confirmado que existan estas rutas entre los humanos.

Redacción QUO