Ha sido la sorpresa del año. La película francesa The artist ha dejado al público sin palabras. Y eso que en la cinta tampoco se habla demasiado. Bueno, de hecho no se habla nada, ya que es un filme mudo. La cinta se perfila además como la gran favorita para ganar el Oscar 2012 al mejor largometraje. Si lo consigue será la segunda película silente de la historia en alzarse con la estatuilla. Y hay que tener en cuenta que hacía 94 años que una cinta sin dialogos ni sonidos no ganaba el codiciado premio.

No ocurría desde 1929, precisamente el primer año que Hollywood concedió el Oscar. En aquella edición, la ganadora fue Alas (Wings) de William A. Wellman, un espectacular filme de sobre los aviadores americanos en la I Guerra Mundial. La película estaba protagonizada por la bellísima Clara Bow y en ella realizaba su primer papel importante (aunque no como protagonista) un jovencísimo Gary Cooper.

Hay que señalar que el director, Wellman, fue piloto durante la contienda, formando parte de la mítica Escuadrilla Lafayette (integrada por pilotos americanos que se alistaron voluntarios en las fuerzas aéreas francesas), y que por tanto conocía muy bien el tema, lo que se reflejó en el gran realismo con el que están recreados los combates aéreos.

Tras ella, ninguna otra película muda ha logradoser nominada al máximo galardón de Hollywood; ni siquiera esos dos monumentos cinematográficos dirigidos por Charles Chaplin que son Luces de la ciudad y Tiempos modernos. Ahora, 94 años después, The artist ha conseguido el milgro de demostrar que «el silencio (como decía el título de aquella preciosa película de René Clair) es oro», y podría hacerse con el Oscar del año. Si lo logra, todos enmudeceremos de emoción.

Vicente Fernández López