Una niña de 9 años ha dejado a los mejores estafadores del mundo a la altura del betún. La pequeña Emily Harris, ante la sorpresa de sus padres, consiguió pasar el control migratorio de Turquía con el pasaporte de Lily Harris, su unicornio de peluche.

El suceso ocurrió de forma accidental, cuando la niña, por error, entregó la documentación de su inerte y colorida mascota. Los funcionarios del aeropuerto de Antalaya sellaron el pasaporte sin preocuparse en comprobar los datos de la menor. A pesar de lo cómico del asunto, los padres decidieron denunciarlo a los medios a consecuencia del riesgo que puede suponer trasladar menores de un país a otro sin un previo y concienzudo control por parte de las autoridades.

*Publicado en la sección #Quonectados nº 215

Redacción QUO