Esta primavera, una empresa japonesa con 80 años de historia ha cerrado. Se trata de Hagoromo Fulltouch, y fabricaba las llamadas ”Rolls Royce de la tizas”. La llegada de las pizarras plásticas y los rotuladores primero y luego los ordenadores en las aulas habría marcado el final de una era. La tiza perfecta, la llama Satyan Devadoss, un profesor de matemáticas de Williams College, que en un blogla describía del siguiente modo:
“Ha habido rumores sobre una tiza perfecta, una tiza tan poderosa que las matemáticas prácticamente se escriben solas; una tiza tan increíble que ninguna prueba incorrecta puede escribirse utilizándola. Por fin puedo decir, después de meses de búsqueda, que, efectivamente, existe una tiza así.”
¿Cómo podría una simple mera tiza inspirar tal hipérbole?
Brian Conrad, profesor de matemáticas de la Universidad de Stanford se ha hecho con un alijo suficiente para que 15 años de trabajo como docente e investigador.
¿Qué tiene de especial la tiza Hagoromo? Lo primero que se percibe es un recubrimiento brillante, en el exterior, como una fina capa de esmalte. Eso suena como un elemento de diseño de menor importancia, pero la realidad es que reduce la mayor molestia de la tiza: polvo en los dedos. También un poco más gruesa y más resistente.
La gran pregunta, sin embargo, es por qué los matemáticos todavía se aferran a la tiza. En el siglo XXI, todavía es una de las principales herramientas de los matemáticos. Para Conrad “las presentaciones en PowerPoint no funcionan para escribir un problema paso a paso. En general consideran que la tecnología tiene la molesta tendencia de trabarse en los momentos más inoportunos. Mantener una pizarra de plástico limpia es muy molesto y tampoco hay un modo de saber cuando un rotulador se está agotando. Logísticamente es más fácil llevar tizas que rotuladores”.
Por ahora, la tiza está disponible en Amazon. Habrá que abastecerse mientras dure.
Juan Scaliter