La máscara del faráon niño sufrió un aparatoso accidente a comienzos de este año. Los responsables del Museo Nacional de Egipto reconocieron que se le cayó a alguien que limpiaba las vitrinas, quien, en pleno ataque de nervios, la intentó reparar al estilo Ecce Homo: pegándola con pegamento casero.
Esto no hizo más que agravar el problema y dañó la pieza en profundidad. Los responsables del Museo consultaron con varios expertos, que se atreverán a repararla por el módico precio de 90.000 euros. El ministerio de antigüedades de Egipto, junto con el gobierno alemán, serán los encargados de costear la reparación.
*Publicado en nuestra sección Quonectados.
Vía | news.com.au
Redacción QUO
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