Quien más o quien menos, ha tenido alguna vez dificultades para resistirse a comer a deshoras cuando se presenta ante nuestros ojos algún plato o dulce de aspecto suculento. Y da igual que no se tenga hambre. Resistirse a esa tentación puede ser algo sumamente complicado. Pues bien, ahora los científicos acaban de descubrir el motivo.
Una investigación realizada por la Universidad de Illinois, en Chicago, ha descubierto que un área de nuestro cerebro, el llamado cortex prefrontal medio, está vinculada con nuestra capacidad para controlar ciertos comportamientos. Así, en los experimentos realizados con ratones, observaron que aquellos roedores a los que se les había neutralizado la actividad en dicha área cerebral, no podían parar de comer cada vez que se les mostraba un nuevo alimento.
El estudio concluye que la actividad en dicha área, es el arma que emplea nuestro cerebro para controlar aquellas acciones que estimulan el núcleo accumbeus, es decir los mecanismos de recompensa. Estos resultados sugieren que las personas que tienen grandes dificultades para decir no a una ración extra de alimento, pueden tener un funcionamiento anormal de esos mecanismos neuronales.
Los resultados de la investigación se presentarán oficialmente en el Annual Meeting of the Society for the Study of Ingestive Behaviour.
Fuente: Daily Mail.
Vicente Fernández López