El ser humano no sabe de lo que es capaz… hasta que lo intenta. Un gran ejemplo de esta frase motivacional es la historia de Justo Gallego, un hombre de 90 años que lleva 53 construyendo una catedral con sus propias manos.
Posiblemente hayas oído hablar de él gracias a algún spot publicitario. Pero lo viral pasa y Justo sigue haciendo lo mismo que venía haciendo antes de su fama internacional: seguir poniendo piezas en su ambicioso proyecto hasta el día que se muera. ¿Y después? Gallego lo explica en este vídeo divulgado por el canal de youtube Great Big Story.
Redacción QUO
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