¿Puede una especie extinguida hace 6000 años convertirse en especie protegida? Pues parece que sí y, por ese motivo, la CITES (Convención sobre el comercio Internacional de Especies Amenazadas), que agrupa a 182 países, va a proponer que se incluya a este mastodonte extinto en la lista de especies amenazadas.
Suena a disparate pero parece existir una buena razón para esta insólita decisión. Y esa razón es el comercio ilegal de marfil.
La subida d ellas temperatura está acelerando el deshielo de la tundra, lo que ha provocado que cada vez sea más fácil descubrir más restos de mamuts. Con el deshielo y antes de que el corto verano convierta la tundra en un cenagal intransitable, los científicos desem-barcan en Siberia para una nueva temporada de caza. Disponen de unas semanas para localizar el mayor número de restos. Compiten con cazadores locales que rastrean la tundra durante todo el año y cuyo principal objetivo es el marfil de mamut, con colmillos de hasta tres metros y 90 kilos.
Este insólito mercado de marfil prehistórico ha florecido en parte por la prohibición internacional del comercio de marfil de elefante en 1989. Se calcula que cada año se venden unas setenta toneladas de este material en rusia y China, países en los que este comercio no es ilegal. Los compradores pueden ir desde museos a coleccionistas privados. Y el precio ronda los mil euros por kilo.
Pero lo que los expertos de la CITES temen es que este peculiar tráfico pueda servir de tapadera para el tráfico ilegal de marfil de elefante, y que los contrabandistas lo vendas haciéndolo pasar por marfil de mamut. Por ese motivo, si consiguen que este animal extinto pase a ser considerado como una especie protegida, todo el negocio que se ha generado en torno a sus colmillos quedará prohibido.
Fuente: https://cites.org/sites/default/files/eng/cop/17/WorkingDocs/E-CoP17-38.pdf
Vicente Fernández López