Desde hace tiempo se sabe que la leche materna proporciona una protección inmune contra algunos agentes infecciosos a través de la transferencia de anticuerpos. Este proceso se conoce como inmunidad pasiva. Ahora un equipo de la Universidad de Riverside, California, ha descubierto un nuevo proceso que demuestra que la leche materna también contribuye al desarrollo del sistema inmunológico del bebé por un proceso que el equipo responsable ha bautizado “educación inmunológica de la madre”.

El estudio, publicado en Journal of Immunology, ha recurrido a modelos animales, ratones y tiene importantes implicaciones para la vacunación de los recién nacidos. Losresultados demuestran que se puede vacunar a la madre y esto se traduce en la vacunación del bebé a través de la “educación inmunológica de la madre”. El proceso funciona del siguiente modo: las células inmunes en la leche materna atraviesan la pared del intestino del bebé para entrar en un órgano inmunológico llamado timo. Una vez allí, “enseñan” a las células en desarrollo a atacar a los mismos organismos infecciosos a los que ha estado expuesto a la madre.

«Es otra manera en que las madres proporcionan información inmune a sus bebés – explica“, dijo Ameae Walker, líder del equipo responsable del hallazgo en un comunicado de la universidad –. Es como si la madre dijera: Mira a lo que he estado expuesta en el medio ambiente, debes protegerte contra ello. Y eso proporcionará inmunidad al bebé para la vida”.

Uno de los agentes infecciosos estudiados fue el microorganismo que causa la tuberculosis (TB) – una enfermedad que es un gran problema en muchos países del mundo y que cada vez resulta más importante debido a la aparición de cepas resistentes a los antibióticos. El problema es que,habitualmente, los bebés vacunados contra la tuberculosis no tienen una muy buena respuesta: mientras que la vacunación previene algunas de las peores complicaciones, no evita las complicaciones respiratorias propias de la TB.

«Algunas vacunas no son seguras para un bebé recién nacido y otras simplemente no funcionan muy bien en ellos – añade Walke –. Lo que sí podemos hacer ahora es vacunar a la madre poco antes de quedar embarazada, así podrá transferir las células inmunes durante la lactancia y se asegurará de que el bebé está protegido desde el principio. Es como vacunar al bebé sin vacunar en realidad el bebé. En algunos casos, nuestro trabajo ha demostrado que la inmunidad contra la tuberculosis es mucho más eficaz si se adquiere a través de la leche que si se adquiere a través de la vacunación directa del bebé. Por supuesto, será preciso realizar ensayos clínicos en humanos para confirmar los resultados”.

La cantidad de células que se transmiten de madre a hijo, depende mucho de cuan expuesta ha estado la madre a la infección. De acuerdo con Walker, el paso de los anticuerpos y las células a través de la leche de las amas de cría o de leche probablemente contribuyó a la supervivencia de los bebés de la nobleza en tiempos pasados. “Las nodrizas eran por lo general de un escalón social más bajo – concluye Walker – y probablemente estuvieron expuestas a más agentes infecciosos. Tenían que tener un sistema inmunológico muy robusto para sobrevivir, y la transferencia de anticuerpos y células a través de su leche contribuyó en gran medida a la . supervivencia de los hijos de los nobles”.

Juan Scaliter