La médium Helen Duncan fue encarcelada en 1944 bajo la Ley de Brujería de 1735. ¿Su delito? Tener una ‘visión’ sobre el hundimiento de un buque de la Marina Real: el HMS Barham.

Escocesa y madre de seis hijos, fue encerrada durante nueve meses. Según fuentes oficiales de la época, la noticia de que ese barco se había hundido en diciembre de 1941 era secreta y solo estaban autorizados a conocerla los familiares de las víctimas. Sin embargo, Duncan reveló detalles de dicho hundimiento durante una sesión en Portsmouth, en la que afirmó haber contactado con un marinero que había muerto a bordo del navío.

El problema es que las noticias de que el acorazado había sido torpedeado en el Mediterráneo causando la baja de 800 personas no se habían hecho públicas, por lo que su revelación no tardó en llegar a las autoridades, que la consideraron una amenaza para la seguridad nacional. Es más, algunos rudos jefes militares mostraron su miedo, ya que pensaban que las visiones de Duncan podrían poner en peligro el resultado de la guerra. Fue así como la médium acabó con sus huesos en la cárcel acusada de traidora.

Ahora, un grupo de ciudadanos y varios familiares de Duncan han iniciado una cruzada para lograr el indulto de la médium. Se basan en la llamada «ley de Turing» como precedente. Como muchos sabéis, Turing descifró códigos durante la Segunda Guerra Mundial y fue acusado de una indecencia grave en 1952. En 2013, se solicitó para él un perdón real póstumo que, finalmente, le fue concedido. Dicha ley ha sido empleada también recientemente en Gran Bretaña para indultar a 65.000 condenados por ser homosexuales.

Se argumenta que las leyes que encarcelaron a Helen ya no están vigentes. Se la acusó por medio de la Ley de Brujería de 1735, la cual se derogó en 1951.

Fuente: telegraph.co.uk

Redacción QUO