Hoy viernes se estrena en los cines españoles Cosecha amarga, una película que recuerda uno de los sucesos más terribles (y menos conocidos) de la primera mitad del siglo XX: el Holodomor. Esa palabra ucraniana que significa «hambruna», ha dado nombre a la atroz carestía de alimentos que asoló Ucrania cobrándose millones de vidas.

Para conocer los orígenes de este episodio hay que remontarse a 1929, cuando Stalinordenó la colectivización de todas las granjas de la Unión Soviética. una medida que no fue muy bien recibida en Ucrania, donde la mayoría de los agricultores todavía conservaban el privilegio de ser pequeños propietarios, a los que se llamaba kuláks.

La oposición inicial de los kuláks acabó convirtiéndose en una abierta rebelión, y Stalin acabó enviando al ejército para sofocarla. Finsalmente, la colectivización de las tierras se impuso por la fuerza.

Pero una combinación de desastres acabó desatando la tragedia. La incompetencia y la falta de experiencia de los encargados de gestionar las tierras colectivizadas y una fuerte sequía, hicieron que la cosecha de 1931 fuera realmente escasa. Pese a ello, Stalin confiscó la mitad de la misma para alimentar al resto de la nación.

El resultado fue una hambruna atroz que se prolongó durante varios años y que provocó que la población muriera de forma masiva. Pero, ¿cuántas personas fallecieron? Es difícil saberlo ya que, pasados los dos priemros años , las autoridades soviéticas dejaron de contabilizar los muertos. La cifra final, por tanto, varía entre 1,5 millones de personas, y los 10 millones, según las fuentes consultadas. Aunque la mayoría de los historiadores tienden a situarla en un lugar intermedio.

Algunos autores consideran que el Holodomor fue un genocidio ya que, según ellos, respondió a una política intencionada de Stalin para castigar y diezmar a los habitantes de Ucrania. Pero la ONU negó la consideración de genocidio a este episodio en 2010, alegando que no existen pruebas evidentes de que las políticas represivas de Stalin respondieran a un deseo específico del dictador de exterminar a los ucranianos, y que toda la Unión Soviética era tan víctima como ellos.

Vicente Fernández López