En Francia acaba de estallar lo que ya se conoce como «la guerra del cruasán». Y es que los ciudadanos del país galo se han encontrado con que el precio de esta deliciosa pieza de bollería ha subido diez céntimos en tan solo una semana. Puede no parecer mucho así de entrada, pero detrás de dicho aumento yace un gran problema: la escasez de mantequilla.

El problema tiene una raíz doble. Por un lado ha habido una reducción drástica de la producción de leche en Francia desde 2015 debido a los cambios en la legislación europea relativos a los cupos lácteos. Y, por otro, se ha producido un aumento de la demanda de mantequilla franceses proveniente de los países asiáticos y de Oriente Medio, que se quedan con gran parte de la producción.

El resultado es que la cantidad de mantequilla disponible en Francia se ha reducido de forma notable, y su precio ha aumentado nada menos que un 170% en tan solo dos años. Algo que repercute en todos los productos que se derivan de ella, entre ellos el emblemático cruasán francés.

Pero, el problema no es tanto que los cruasanes sean ahora diez céntimos más caros, y que su precio pueda aumentar aún más (que lo hará). Lo más grave es que, al no haber suficiente mantequilla, muchos reposteros han tenido que reducir su producción de bollos. La solución parece pasar por utilizar margarina y otros sustitutos, pero eso significa que cada vez va a haber menos cruasanes franceses auténticos (fabricados con mantequilla) a la venta.

Vicente Fernández López