Existen cinco sabores oficiales según la ciencia: dulce, salado, amargo, ácido y umami. Pero desde hace años se ha discutido mucho si debería aceptarse la existencia de un sexto. Y ahora, un estudio realizado por la Universidad de California propone un sólido candidato a ocupar ese puesto: el calcio.
Se trata de un elemento esencial para el desarrollo humano, pero a la vez es un arma de doble filo porque tan mala es la carencia del mismo, como su exceso. Pues bien, el experimento realizado en California revela la existencia de receptores específicos para detectar el sabor de dicho compuesto, que ha sido descrito como amargo y agrio.
Concretamente, esos receptores serían un tipo de neuronas receptoras gustativas. En un experimento que realizaron con moscas de la fruta, los investigadores neutralizaron dichas neuronas en varias de ellas. Luego, les dieron a comer una muestra con azúcar y otra mezclada con calcio. Y el resultado fue que las moscas cuyas neuronas receptoras funcionaban bien, rechazaron la segunda muestra y solo comieron de la primera. En cambio, aquellas que habían sido modificadas también comieron de la que tenía calcio.
Vicente Fernández López
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