En noviembre del pasado año conocimos los resultados de un estudio realizado conjuntamente por el Hip Institute de Paris y la Universidad de Nagoya de Japón. Los investigadores utilizaron rayos cósmicos para escanear la pirámide de Keops, y detectaron la existencia de una misteriosa cavidad de unos treinta metros de largo, oculta en el interior de la misma. Esa enigmática estancia se encuentra situada sobre la gran galería que recorrer la pirámide pero, no parece que tenga en principio ninguna función estructural para ayudar a aliviar el peso de la misma. Entonces, ¿con qué fin fue construida?

Investigadores del Politécnico de Milán han avanzado una hipótesis. Según se desprende del estudio de varios papiros, el faraón Keops tenía que atravesar la puerta que le conducía a la otra vida sentado en un trono de hierro. Por eso, sospechan que tal vez dicho trono (que nunca ha sido encontrado, si es que existió) se encuentre escondido en esa cavidad recientemente detectada.

El hipotético trono tal vez no sea totalmente metálico, pero si que probablemente contendría fragmentos de hierro obtenido de meteoritos. Un elemento que los egipcios utilizaban para fabricar objetos especiales para sus faraones, y que ha sido detectado en otros tronos descubiertos, como el de la reina Hetepheres madre de Keops. Y también en la daga de Tutankamón.

Vicente Fernández López